«A través de las redes sociales trato de dar visibilidad a la ciencia, de inspirar vocaciones científicas»

Artículo de opinión

Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia entrevistamos a Clara Inés Alcolado (Campo de Criptana, 1999), una joven científica que arrasa en las redes, con cien mil seguidores en su cuenta de Tik Tok y más de ochenta mil en su perfil de Instagram. Con su tono divulgativo, acerca a jóvenes y adultos a los tubos de ensayos y las pipetas propias de los laboratorios, al tiempo que explica conceptos químicos aplicados a la vida cotidiana. Licenciada en el Grado de Químicas por la Universidad de Castilla-La Mancha, Máster en Investigación Química y Máster en Profesorado de Educación Secundaria, la manchega prepara ahora su tesis doctoral.

¿En qué momento te diste cuenta de que la ciencia era tu pasión?

Desde pequeña, he tenido siempre mucha curiosidad por saber de qué están hechas las cosas, aunque no fue hasta bachillerato cuando supe que quería dedicarme a la química. Cuando empecé la carrera, me enamoré de ella cada vez más. Siempre tuve claro que me gustaba la química, es verdad, pero también me interesaba mucho la biología, las matemáticas y la física. Y en el doctorado, como escogí la rama Química-física, que incluye matemáticas, al final tengo casi todo lo que me gustaba.

¿Por qué comenzaste a hacer vídeos en redes sociales?

Empecé a grabar vídeos durante el doctorado. Siempre me ha gustado hacer vídeos de los experimentos que hacía en el laboratorio, grabar el día a día en el laboratorio, se los enviaba a mi familia, y un día se me ocurrió subir uno a Tik Tok, y luego, otro. El quinto vídeo se hizo viral, tuvo seis millones de visualizaciones y muchísimos me gusta. En 2023 hice en Instagram una serie, «El calendario de Adviento químico», y tuve también muchos seguidores. Allí «construía» un árbol de Navidad químico, cada día «hacía» una bola química, con explicaciones: por ejemplo, la química que hay detrás de un pavo de Navidad, o del chocolate. A día de hoy, tengo cien mil seguidores en Tik Tok y 83.000 en Instagram.

¿Cómo haces para que tantos seguidores no se te suban a la cabeza?

Estoy muy centrada en mi tesis, es lo que más me importa. Lo de las redes me gusta, me lo paso muy bien haciendo los vídeos, viendo que la gente se interesa por ellos, divulgando la ciencia, pero lo que más me gusta es la investigación; las redes solo son un hobby.

¿Qué criterios utilizas para escoger los temas que abordas en las redes?

Depende. A veces hablo de cosas que me resultan curiosas, para las que me documento y hago el vídeo; otras, prefiero algún tema de actualidad. También comparto los experimentos que me va apeteciendo hacer. De vez en cuando, también grabo un día en el laboratorio, para que la gente vea cómo se trabaja.
«Lo que más me gusta es la investigación; las redes solo son un hobby»

Participaste en 'Mancha ciencia', un proyecto de la unidad de Cultura Científica e Investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha, con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación, que daba visibilidad a la ciencia en el ámbito rural. ¿Cuáles son los grandes desafíos en esta materia?

Sobre todo, el gran desafío es dar visibilidad a las mujeres científicas de entornos rurales de Castilla-La Mancha, a las minorías, que es importante. Hay muchas mujeres trabajando en proyectos muy interesantes que no tienen ningún altavoz. Habría que darles más medios. Lo que hacía yo, en concreto, era visitar colegios de pequeños pueblos, para acercarles una realidad que de otro modo no tenían. Les hablaba de la ciencia, del trabajo en un laboratorio, de la importancia de la investigación… Que supieran qué es la ciencia.

De los avances científicos en la comunidad de Castilla-La Mancha que formaban parte de ‘Mancha ciencia’, ¿cuál es el más fascinante?

Para mí, todos lo son. Es cierto que el que más me sorprendió fue el que ocupó el primer episodio, sobre matemática oncológica, que explicó una chica que estaba haciendo el doctorado sobre ese tema, y es realmente interesante, pero todos tienen algo que llama la atención.

Gran parte de la riqueza de un país depende de su potencia en ciencia y tecnología. ¿Crees que España apuesta lo suficiente en ambas?

No lo sé, la verdad, creo que quizás se debería destinar más dinero a la investigación. Hay pocos fondos.

Estás trabajando, en tu tesis, en la cinética en disolución. Exactamente, ¿qué es, cuál es el propósito de la investigación?

Investigo, desde la ciencia base, las reacciones que ocurren en el medio ambiente entre contaminantes emergentes y oscilantes. Los contaminantes emergentes pueden ser fármacos de uso habitual, aditivos alimentarios, pesticidas, aerosoles… Todos estos compuestos están en el aire y agua; lo que hago es degradarlos a través de oxidantes que se encuentran también en la naturaleza, por ejemplo, con el peroxinitrito, una molécula, o con el radical hidroxilo. Son oxidantes que se encuentran en la naturaleza y pueden degradar esos contaminantes. A día de hoy, se sabe de la existencia de estos contaminantes, pero todavía no se sabe cómo poder degradarlos en el medio ambiente, no se sabe qué productos son los que se generan ni si esos productos son más tóxicos que el propio contaminante o menos. Investigo qué productos se generan con este tipo de reacciones a través de estudios cinéticos (para saber a qué velocidad se dan este tipo de reacciones) y mecanísticos (para saber cómo se comportan esas moléculas). Esto puede servir a otros investigadores, porque todo en ciencia es un trabajo entre todos, un engranaje, y además puede mejorar la calidad de vida.
«Cuando termine mi tesis doctoral, me gustaría irme al extranjero para seguir aprendiendo, y después regresar a alguna universidad de Castilla- La Mancha»

No faltan referentes femeninos en la ciencia (Marie Curie, Katalin Karikó, la bioquímica que inventó las vacunas de ARN o la matemática Kovalévskaya). ¿Cuáles son los tuyos?

Tengo la suerte de estar en un grupo de investigación con muchas mujeres. Ellas son referentes para mí, como mi jefa. Ahora que estoy embarcada en la escritura de mi tesis doctoral, estoy leyendo a Rachel Carson, bióloga marina, conservacionista y escritora. Gracias a su trabajo, que se convirtió en libro, Primavera silenciosa, empezó a concienciar sobre estos contaminantes: ella fue la pionera en esto que yo ahora estoy investigando.

Uno de los grandes problemas que se están advirtiendo es que, cuanto mayor prestigio adquieren unos determinados estudios, más se masculinizan. ¿Cómo animarías a las niñas y chicas más jóvenes a que estudien las carreras STEM?

Al final, a través de mis redes sociales trato de dar visibilidad a la ciencia, de inspirar vocaciones científicas. Diariamente me escriben muchas chicas (también chicos) de la ESO y bachillerato preguntándome sobre mi experiencia en la carrera, quieren saber por qué estudié Química, tienen curiosidad, y me piden mi opinión. Yo trato de animarlas a que estudien ciencias, para que salgan nuevas mentes.

¿Dónde te ves dentro de diez años?

Cuando termine mi tesis doctoral, me gustaría irme al extranjero para seguir aprendiendo sobre mi línea de investigación, y después regresar a alguna universidad de Castilla- La Mancha. Tengo claro que quiero volver. Texto: EPD

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