El objetivo de esta primera sesión es que el alumnado tome conciencia de los impactos ambientales que determinadas actividades humanas cotidianas producen, e incorporen hábitos y comportamientos más responsables para paliar así las consecuencias de nuestras acciones.

 

Impactos ambientales de las actividades humanas

La actividad humana, especialmente a partir de los procesos de industrialización en el S. XIX, ha provocado impactos de diferente intensidad y magnitud sobre nuestro planeta. Estos impactos están afectando a procesos esenciales para el mantenimiento de la vida (fertilidad del suelo, clima, dinámica de las poblaciones naturales…) que, más allá de las consecuencias a nivel local, condicionan el funcionamiento del planeta en su conjunto. Las consecuencias sobre el bienestar humano son múltiples: incremento de los riesgos climáticos extremos, disminución de las reservas de agua dulce, pérdida de seguridad y de soberanía alimentaria, enfermedades e infecciones, etc.

Para más información sobre este tema, consulta en la Escuela de Docentes el Eje El cambio global, más allá del cambio climático.

Actividades cotidianas que producen contaminación

La generación de residuos tóxicos y contaminantes por la industria, la combustión para la producción de energía y el transporte o el abandono de residuos en la naturaleza, son algunas de las principales fuentes de contaminación del agua, suelo o atmósfera.

Durante esta sesión abordaremos tres de los tipos de contaminación que provocan algunas de nuestras acciones cotidianas como son la contaminación atmosférica, hídrica y edáfica.

Contaminación atmosférica

“Se considera que el aire limpio es un requisito básico de la salud y el bienestar humano. Sin embargo, su contaminación sigue representando una amenaza importante para la salud en todo el mundo” (Organización Mundial de la Salud. 2006. p. 5).

Existe una gran variedad de contaminantes emitidos a la atmósfera desde fuentes fijas (industrias, centrales térmicas, incineradoras, calefacciones domésticas…) y móviles (quema de combustibles fósiles de medios de transporte), algunos relacionados directamente con la combustión y otros como subproductos de las distintas actividades.

Muchos de estos contaminantes se acumulan en la atmósfera, potenciando el efecto invernadero, aumentando la temperatura global de la Tierra, provocando la lluvia ácida y acelerando el cambio climático, entre otros. Estos contaminantes, además, provocan graves consecuencias en la salud humana y en el funcionamiento de los ecosistemas.

Los automóviles son las principales fuentes de contaminación del aire en las ciudades, ya que emiten gases tóxicos (dióxido de carbono, óxidos de azufre, hidrocarburos…) que contaminan el aire que respiramos afectando a la salud humana y causando diversas afecciones (respiratorias, cardiopulmonares, alergias…) y provocando daños en los ecosistemas (alteración de equilibrio ecológico, pérdida de biodiversidad, eutrofización en el agua…).

Contaminación hídrica

La contaminación del agua es la “introducción en el agua de cualquier sustancia indeseable que hace que el agua sea inadecuada para su uso previsto”. (World Meoteorological Organization. (2012). International Glossary of Hydrology). Esta alteración de las propiedades químicas del agua influye en la calidad y en la cantidad de agua disponible tanto para el ser humano como para el resto de la biodiversidad.

Los desechos químicos vertidos por la industria, las aguas residuales procedentes de las fábricas o del uso doméstico, los productos químicos utilizados en la ganadería y en la agricultura y el abandono de residuos en el medio contribuyen a la contaminación de los hábitats acuícolas (ríos, mares, océanos, lagos, etc.), provocando efectos negativos sobre los organismos.

Las toallitas húmedas tratadas en la sesión son uno de los residuos que generan un impacto sobre los organismos acuáticos y sus hábitats, además de serios daños en el alcantarillado, pues colapsan los sistemas de desagüe. Al contrario que el papel higiénico, las toallitas no se desintegran con facilidad pues sus fibras no están entrelazadas de manera aleatoria para que se deshagan y, en lugar de celulosa pura, están formadas por una masa de residuos plásticos de tercera categoría que impiden que los tejidos se desintegren con facilidad. Muchas de ellas, además, contienen productos químicos contaminantes.

Al tirarlas por el váter y no deshacerse (no son biodegradables) atascan las tuberías y, como los residuos de las cloacas terminan en el mar, las toallitas húmedas también, alterando el paisaje (muchas se acumulan en las costas de las playas), contaminando el agua y perturbando el equilibrio ecológico de los mares y océanos.

Contaminación edáfica

La contaminación del suelo se genera por la incorporación de sustancias químicas que alteran las propiedades del suelo, generando su degradación química.

Sus principales causas son: la mala gestión de los residuos (almacenamiento incorrecto, vertido intencionado o accidental), el abandono de basuras en el entorno o la aplicación intensiva de productos fitosanitarios o fertilizantes químicos en agricultura.

La contaminación del suelo tiene efectos negativos para el ser humano y los ecosistemas. La acumulación de sustancias químicas nocivas puede alcanzar niveles de toxicidad para la vegetación o ser absorbida por las plantas, generando procesos de bioacumulación en toda la red trófica. A su vez, hay un descenso de la fertilidad del suelo que afecta a su productividad agrícola.

“Actualmente, en Europa, generamos más de 2,5 millones de toneladas de residuos al año. Lo que equivale a unas cinco toneladas por habitante (concretamente, 4.984 Kg/habitante)”. Ecoembes. La economía circular en España.

Los problemas ambientales y éticos asociados al desperdicio de alimentos, el abandono de residuos en la naturaleza (basuraleza), o la contribución de los vertederos al cambio climático (la fermentación de la materia orgánica en vertederos produce gas metano, con un efecto invernadero veinticuatro veces mayor que el CO2) son algunos ejemplos de actualidad relacionados con la cultura del desperdicio y una inadecuada gestión de los residuos.

Cuando hablamos de residuos es importante conocer los distintos tipos de residuos existentes. Los que suelen recibir más atención son los conocidos como Residuos Sólidos Urbanos (RSU) ya que son consecuencia directa de nuestra actividad diaria. Estos RSU se pueden clasificar, a su vez, en otros tipos de residuos más específicos, como: los residuos domésticos (que son aquellos generados en los hogares como consecuencia de las actividades domésticas -restos de materia orgánica, envases de plástico, vidrio, papel o cartón, ropa, pilas, etc.-), los comerciales o los industriales.

La acumulación de residuos sólidos generados por la acción humana genera impactos negativos tanto sobre el medioambiente (sobreexplotación de los recursos naturales, contaminación del aire al emitir metano y dióxido de carbono, contaminación del suelo por los lixiviados generados al descomponerse la materia orgánica, contaminación del agua de cauces cercanos, deterioro del paisaje, malos olores por la fermentación de la materia orgánica, aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, etc.) como sobre la salud humana (transmisión de enfermedades por el contacto directo con los residuos y por el contacto indirecto a través de insectos y roedores…).

Para más información sobre este tema, consulta en la Escuela de Docentes el Eje Economía circular.

 

Hábitos, comportamientos y actitudes proambientales

Para disminuir los efectos que los impactos negativos de nuestras acciones cotidianas producen en el medioambiente, podemos proponer múltiples alternativas sostenibles, aunque en este caso nos centraremos en las abordadas en las diapositivas de la sesión.

Una acción que no contamina el agua es utilizar el papel higiénico en lugar de las toallitas húmedas. Las fibras del papel higiénico son menos resistentes que las de las toallitas y, además, están dispuestas de manera caótica, lo que permite su fácil desintegración (es biodegradable). Así, estaremos cuidando del medioambiente (conservando los hábitats acuícolas y a sus especies, manteniendo el equilibrio hídrico) y de nuestra salud (dispondremos de mayor calidad del agua para nuestro consumo, podremos disfrutar de nuestros ríos, mares y océanos, etc.).

Para evitar la emisión de gases que contaminan el aire, en lugar de ir a la escuela en coche, podemos utilizar el transporte público, la bicicleta o incluso ir caminando. De esta manera, estaremos cuidando nuestra salud porque, manteniendo el aire limpio, evitamos alergias y problemas respiratorios. Y, además al no emitir tantos gases de efecto invernadero no contribuimos con el calentamiento global ni aceleramos el cambio climático, lo que permite conservar la biodiversidad y la vida de nuestro planeta.

Una acción que no contamina el suelo es no tirar los residuos al suelo sino depositarlos en sus respectivos contenedores para que sean reciclados: los envases de plástico, las latas y los briks se depositan en los contenedores amarillos, los envases de papel y cartón se depositan en los contenedores azules y los envases de vidrio se depositan en los iglús verdes. Todos estos envases son llevados, posteriormente, a las plantas de reciclaje, donde se reciclan y con los que se pueden fabricar nuevos productos. De esta manera, cerrando el ciclo del envase, les damos una nueva vida y ayudamos al medioambiente, evitando que los residuos terminen en vertederos, extrayendo menos materias primas, reduciendo el consumo de energía y agua que conlleva la producción de materiales y reduciendo la contaminación atmosférica que implica su transporte. De este modo, al emitir menos gases de efecto invernadero, ayudamos a mitigar el cambio climático.

¿Qué puedo hacer yo para cuidar al planeta?

Acciones cotidianas que contaminan el agua son: tirar los bastoncillos de algodón que utilizamos para limpiar los oídos por el inodoro, echar restos de comida o residuos por el váter, tirar las bolsas de plástico y las pajitas que hemos utilizado sin separarlas correctamente para su posterior reciclaje y que pueden terminar contaminando mares y océanos, el uso excesivo de productos de limpieza que dañan el ambiente, etc.

Otros hábitos que contaminan el aire son: dejar las luces encendidas cuando no se están utilizando, no usar bombillas de bajo consumo, no regular los termostatos de las calefacciones y aires acondicionados, no reparar los aparatos electrodomésticos viejos que aún no han agotado su vida útil (o si los tenemos que sustituir no adquirir electrodomésticos eficientes energéticamente), el uso de productos con aerosoles (desodorantes, insecticidas…) que aumentan el agujero de la capa de ozono, etc.

Costumbres que contaminan el suelo como por ejemplo: tirar el chicle al suelo (no solo contamina el suelo y tarda en degradarse, sino que, además, puede ser ingerido por las aves y causarles daños e incluso la muerte), tirar restos orgánicos que atraen plagas de insectos y roedores y cuya fermentación produce lixiviación, echar las colillas de cigarros de las personas adultas al suelo, tirar las pilas a la basura, etc.

Separar para poder reciclar

Otra de las acciones que podemos incorporar en nuestros hábitos cotidianos es aprender a separar nuestra basura en su contenedor correspondiente. Esta separación doméstica es muy importante a la hora de conseguir reciclar el mayor número de desechos posibles.

Además del reciclaje existen otras dos acciones muy importantes a la hora de disminuir el volumen de residuos generados. Es la conocida como la regla de las 3Rs: Reducir, Reutilizar y Reciclar.

  • Reducir: Consumimos mucho y muy rápido. El cuidado del medioambiente pasa también por reducir la cantidad de productos que consumimos y/o residuos que generamos.
  • Reutilizar: Usar de nuevo todos aquellos productos e incluso darles nuevas vidas. Con esto conseguimos alargar la vida útil del producto, y así frenamos la producción en exceso de residuos.
  • Reciclar: Reintroducir residuos que ya han sido usados en los procesos de producción de manera que sirvan como materia prima para otros productos nuevos.

Continuando con los contenidos ambientales de la primera sesión, en esta abordaremos el concepto de basuraleza como conclusión al juego y reforzaremos los hábitos trabajados en la actividad anterior para disminuir su impacto.

 

Impactos ambientales de las actividades humanas

Federico García, del área social de SEO/Birdlife, expresa qué significa el término basuraleza de la siguiente manera: “La basuraleza no es solo la escombrera ilegal o la isla de plástico del Pacífico. Es cada colilla, cada papel de aluminio para el bocata o cada envoltorio que se abandona en la naturaleza. Ese acto puede tener efectos directos, por ejemplo, degradación o destrucción de hábitat, e indirectos, ya que la presencia dispersa de basuraleza en casi cualquier ambiente puede convertirse en una fuente de contaminación difusa, a menudo invisible, pero de consecuencias impredecibles a gran escala.” Proyecto LIBERA. (2018).

Libera, la iniciativa de SEO/Birdlife en alianza con Ecoembes para liberar a la naturaleza de basura, ha propuesto la palabra basuraleza, aceptada ya por la RAE, para ayudar a la concienciación y la prevención de este problema y la ha definido como:

  1. Residuos generados por el ser humano y abandonados en la naturaleza.
  2. Conjuntos de elementos generados por el hombre que alteran el equilibrio de los ecosistemas.
  3. Agente del cambio global que afecta a las especies y espacios naturales.

El impacto de la basuraleza sobre la vida silvestre es especialmente grave en las especies de vida marina.

 

Hábitos, comportamientos y actitudes proambientales

Desde el proyecto libera se proponen cambiar hábitos cotidianos individuales con respecto al abandono de residuos en los distintos tipos de ecosistemas naturales, por medio de campañas de sensibilización.

Desde el proyecto 1m2 por la naturaleza, mediante la recogida ciudadana se promueve eliminar la basura acumulada en entornos naturales y dar visibilidad a la importancia del problema y sus consecuencias.

Puedes consultar más información acerca de este proyecto en este enlace.