Cuando se cultiva una planta, se puede ver su proceso de crecimiento desde que es una semilla pequeña hasta que se convierte en una planta con hojas o flores. Y se aprende que, al igual que las personas, las plantas también necesitan cuidados, luz del sol, agua y nutrientes para sobrevivir.
Antes de explicar cómo plantar un hueso de aguacate, exploraremos los inicios de este rico y nutritivo alimento. La historia del aguacate se remonta a hace miles de años en las regiones de Mesoamérica, que abarca partes de lo que hoy son México y Centroamérica. Los arqueólogos han encontrado pruebas de que el aguacate se cultivaba en esta región desde hace más de 7.000 años. En las antiguas civilizaciones de los aztecas y los mayas, el aguacate era muy apreciado tanto por su sabor como por sus propiedades nutritivas. Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, el aguacate fue descubierto por los europeos, quienes se sorprendieron por su sabor cremoso y su textura inusual. Sin embargo, debido a que su cultivo era delicado y era difícil mantenerlo fresco durante los largos viajes en barco para cruzar de un continente a otro, tardó en hacerse popular fuera de América. No obstante, hoy en día está disponible en cualquier supermercado, y lo mejor es consumirlo de fuentes locales, para generar menos impacto en el medioambiente.
El aguacate es una fruta de color verde o negro por fuera y verde claro por dentro, con una gran semilla en el centro. Su piel puede ser rugosa o lisa, y su pulpa es cremosa. Tiene un sabor suave y un poco dulce y, gracias a su textura, que es muy blanda, puede aplastarse fácilmente y se usa en recetas por todo el mundo.
El aguacate es reconocido por ser un superalimento gracias a su alta concentración de nutrientes. Entre los principales beneficios de consumirlo se encuentran:
Cuidar una planta enseña a los niños la responsabilidad y el respeto por la naturaleza, mientras observan de cerca cómo crece y cambia algo vivo
Podemos cultivar una planta de aguacate en casa (o en aula) y ver cómo brota y crece.
El primer paso para plantar un aguacate es elegir una semilla. Para obtener el hueso, corta el aguacate por la mitad, retira el hueso con cuidado y lávalo para eliminar cualquier residuo de pulpa. Una vez limpio, tendrás el hueso listo para plantarlo.
Una vez que hayas lavado el hueso, deja que se seque durante uno o dos días. Este paso es importante porque el secado evita el crecimiento de moho y facilita la manipulación de la semilla en el siguiente paso.
Existen dos métodos para cultivar el hueso de aguacate: en agua o en tierra. Ambos tienen sus ventajas y depende de las preferencias de cada uno y del espacio disponible en casa.
Cuidar el hueso de aguacate requiere paciencia, ya que pueden pasar varias semanas antes de ver las primeras señales de crecimiento. Pero seguir el proceso paso a paso es muy emocionante. Hay dos formas de cultivarlo, ambas igual de válidas.
La germinación en agua es un método muy popular porque permite observar todo el proceso de crecimiento. Estos son los pasos para hacerlo:
El cultivo en tierra es otra opción efectiva:
Ambos métodos de germinación pueden ser efectivos, y la elección dependerá de tus preferencias y el espacio con el que cuentes en casa.
Germinar un hueso de aguacate requiere paciencia, pero seguir el proceso paso a paso es muy emocionante
Una vez que el hueso de aguacate se haya roto y la planta empiece a brotar, es fundamental darle los cuidados adecuados para asegurarse de que crece sana.
Cuando el brote tenga entre 15 y 20 centímetros de altura, es momento de trasplantarlo a una maceta más grande. Elige una maceta con buen drenaje y llénala con tierra rica en nutrientes. Trasplantar el aguacate en este momento le dará más espacio para crecer y permitirá un desarrollo de raíces más fuerte.
Es importante tener en cuenta que los árboles de aguacate cultivados en casa tardan varios años en dar frutos. En condiciones óptimas, un árbol de aguacate cultivado desde la semilla puede comenzar a dar frutos en un periodo de entre 5 a 10 años, aunque este tiempo puede variar. Aunque en este caso lo que perseguimos no es tanto comer nuestros propios aguacates, sino disfrutar de todo el proceso desde la semilla hasta el árbol.
Si quieres optimizar el proceso de germinación y facilitar los cuidados de tu aguacate, existen ciertos accesorios que pueden ayudarte:
Texto: Arantza García Ilustración: Nicolás Aznárez