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Cuando los jóvenes se convierten en líderes ambientales

líderes ambientales

Informados, convencidos, esperanzados y movilizados. Así son los jóvenes alineados con un futuro ambientalmente sostenible. Conscientes de que su lucha es prioritaria y confiando en la ciencia, avanzan creando alianzas capaces de desencadenar verdaderos cambios globales. En este artículo, hoy 5 de junio, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, analizamos el papel de los jóvenes como actores clave en este desafío global.

Olivia Mandle (España), Alejandro Quecedo (España), Greta Thunberg (Suecia), Luisa Neubauer (Alemania), Xiye Bastida (mexicana-otomí), Francisco Javier Vera (Colombia), Nicole Becker (Argentina), Noemí Manrique Rojas (Chile)… Son solo algunos de los nombres que suenan con voz propia en el panorama global del activismo medioambiental con lemas como #FridaysForFuture, #OurVoiceOurFuture, #ecoesperanza, #TheFutureIsYours o #ForOurPlanet.

Estos adolescentes han liderado ideas y valores que pareciera que muchos adultos dan por perdidos: terminar con la contaminación, situar el clima en lo más alto de la agenda política mundial, limpiar el planeta, crear nuevos hábitos de consumo o buscar nuevos combustibles. Todo ello enfrentándose, en muchas ocasiones a grandes poderes que niegan la necesidad de actuar o prefieren preservar el statu quo​.

Y es que los más jóvenes han demostrado, sobre todo en los últimos años, una capacidad excepcional para movilizar masas y generar conciencia sobre la urgencia del cambio climático. Su influencia ha sido evidente en movimientos globales como Fridays for Future (viernes por el futuro), iniciado por la activista sueca Greta Thunberg. Movimientos que han conseguido presionar a los gobiernos y a corporaciones para tomar medidas más contundentes para combatir el cambio climático.

Activismo con acento español

Olivia Mandle es una joven activista por la limpieza del mar (16 años) que a su corta edad es Embajadora del Pacto Climático de la Comisión Europea y La España Azul. Con sólo 12 años, incorporó a su vida la importancia del mar en el ecosistema y del impacto de los plásticos: «nuestra realidad frente al cambio climático es cruda y sencilla: estamos al borde del abismo. Hay tiempo, pero cada vez queda menos», advierte en una entrevista para Forbes. Mientras otros niños de su edad iban al acuario para conocer el mar, Mandle diseñaba una herramienta para limpiar los plásticos de la superficie del océano: es el Jelly Cleaners, un sencillo pero eficaz utensilio realizado con botellas de plástico y un filtro. Esta joven realiza convocatorias masivas para liberar el mar de residuos y, en la última, sacaron más de 700 kilos de basura en sólo una hora. Por acciones como éstas, recibió la distinción de «Heroína» por parte del Instituto Jane Goodall.

La Generación Restauración está encabezada por los jóvenes que se asocian, se organizan y forjan iniciativas de cuidado del entorno

Otro adolescente que destaca en España es Francisco Vera, un activista de 15 años originario de Colombia y residente en España que ha captado la atención internacional por su lucha por los derechos medioambientales. Su fundación, Guardianes por la Vida, trabaja para educar y concienciar sobre la importancia de proteger y preservar el medio ambiente.

Tan solo unos años mayor, el joven Alejandro Quecedo (21) es presidente de la asociación juvenil de SEO/BirdLife, organización en la que trabaja de forma más activa, aunque también forma parte de la ONG WWF y colabora con UNESCO en el desarrollo de YoU-CAN, la red mundial de jóvenes por la acción climática. Esta experiencia le ha llevado a escribir un libro, Gritar lo que está callado, en el que desarrolla su pensamiento respecto a la Crisis Ecosocial. Quecedo comenzó su andadura en el activismo climático tras un campamento juvenil en el que se enamoró de las aves. Al igual que a sus pares, lo mueve la esperanza, pero también una gran dosis de realidad: «el cambio climático es el factor que empodera esta crisis. El activismo es una herramienta necesaria, ahora más que nunca», explicaba en Business Insider.

La #GeneraciónRestauración en el Día Mundial del Medioambiente

Récords de temperaturas, inundaciones, sequías, incendios… Hoy en día son muchos los indicios de que el futuro corre peligro a causa del cambio climático. Por eso quizás son especialmente sensibles a esta crisis los jóvenes, quienes tomarán necesariamente las riendas del mañana. Sin embargo, es imprescindible que toda la población, independientemente de su origen, edad o sexo, se sume, pues de ello dependerá el éxito de esta lucha. Con este objetivo, cada año se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, que este año pone el foco en la desertificación, la restauración de la tierra y la resiliencia a las sequías con el lema «Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la #GeneraciónRestauración». Un lema que hace guiño a esas nuevas generaciones claramente más comprometidas.

Los más jóvenes han demostrado, sobre todo en los últimos años, una capacidad excepcional para movilizar masas y generar conciencia

La Generación Restauración está encabezada por los jóvenes que, a la vanguardia de estos esfuerzos, se asocian, se organizan y forjan iniciativas de cuidado del entorno, de debate, de reforestación y de lucha. Por ejemplo, el proyecto de Jóvenes voluntarios Life Followers, que se desarrolla en toda Europa, ha organizado eventos relacionados con el cuidado de especies protegidas o la conservación de la biodiversidad, entre otras acciones. En África, la Gran Muralla Verde, una iniciativa para combatir la desertificación en el Sahel, cuenta con la participación activa de la juventud local en la plantación y mantenimiento de árboles. A medida que continuamos enfrentando los desafíos del cambio global, el apoyo y la inclusión de la juventud en las decisiones y acciones medioambientales serán fundamentales para lograr un impacto duradero y positivo en nuestro planeta.

Educación y activismo

En la última gran encuesta realizada en España a las personas más jóvenes sobre el cambio climático, el 82% demandaba más educación sobre temas medioambientales en los centros educativos. Son muy conscientes de que parte importante del cambio viene asociado a la educación, a la información y al cambio de actitudes, pues todavía queda mucho por hacer: La mitad de los y las jóvenes admite desconocer la repercusión ambiental de los productos que compra.

Así, el papel de la educación ambiental en las aulas –y fuera de ellas– cobra un papel esencial para continuar el camino abierto por los jóvenes y trasladar la importancia de proteger el planeta a quienes, pese a ser todavía pequeños, decidirán el rumbo de la lucha ambiental. Y el Día Mundial del Medio Ambiente puede ser una oportunidad ideal para trabajar la conciencia individual y colectiva y educar –y también escuchar– al alumnado a través de actividades amenas, como a través de la creación de murales con materiales reciclados, talleres de gestión sostenible del agua o incluso iniciativas de reforestación  o recogida de basuraleza. Al fin y al cabo, y pese a la urgencia y gravedad del desafío, será la ilusión, y no el miedo, la que ayudará a forjar a una nueva generación de líderes ambientales.

Texto: Mariela Ruth Gómez
Ilustración: Nicolás Aznárez