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Pedro Pidal, el padre de los parques nacionales de España

Pedro Pidal

Como gran viajero que fue, el empresario, político, alpinista y jurista conoció Yosemite y Yellowstone, los primeros parques nacionales del mundo, e importó estas ideas a España: tuvo un papel decisivo en la creación y aprobación primera Ley de Parques Nacionales de España (1916). Con motivo del Día Europeo de los Parques, hacemos un repaso por su vida, sus logros y su legado.

En un tiempo en el que la idea de preservar los espacios naturales aún no había encontrado hueco en la sociedad española, Pedro Pidal (1869–1941) se proclamó defensor de la creación de parques nacionales. Este político español, en un discurso memorable ante el Senado, cuestionó con una excelente oratoria por qué se protegían monumentos históricos mientras que los paisajes naturales carecían de esa oportunidad. Orador, periodista, deportista (alpinista) pero, sobre todo, político carismático, no dejaba a nadie indiferente. Fue diputado por el partido conservador y sus intervenciones en la Cámara eran esperadas, celebradas e incluso recogidas en las páginas de los periódicos. Sus colegas le bautizaron como «el Arniches del Parlamento» en referencia al dramaturgo Carlos Arniches Barrera (1866-1943):

«Si a un castillo, a una torre, a una muralla, a un templo o a un edificio se les puede declarar Monumento Nacional para evitar la destrucción de la mano del hombre, ¿por qué un monte excepcionalmente hermoso, con sus tocas de nieve, sus bosques seculares, su fauna nacional y sus valles paradisíacos, no ha de ser declarado Parque Nacional para salvarlo de la ruina? ¿No hay santuarios para el arte? ¿Por qué no ha de haber santuarios para la naturaleza?»

De amar la naturaleza a luchar por ella

Su posición social privilegiada le permitió no solo acceder a una educación y experiencias únicas, sino también influir en los círculos políticos de la época. Utilizó su elocuencia, su presencia (medía casi dos metros) y su prestigio para defender aquellos lugares que le habían tocado el alma. La combinación era única, había vivido en primera persona la sensación de encumbrar una montaña, de descubrir la vegetación virgen del monte y de viajar y conocer de primera mano las tesis conservacionistas que se desarrollaban en otros países. Su inspiración fueron Yosemite y Yellowstone, los primeros parques nacionales del mundo, lugares únicos cuyo cuidado fue impulsado por el naturalista John Muir.

Pidal era un personaje polifacético y a su lista de aficiones se sumaban la caza y la montaña. Sector donde destacó, pues su afán de conquista le llevaría a conseguir ser la primera persona en coronar el pico Naranjo de Bulnes, situado en el Macizo de los Urrieles, en los Picos de Europa. Esta hazaña, considerada inexpugnable en la época, marcó su conexión con los paisajes naturales. El hito se hizo famoso, ya que las paredes verticales del pico en aquel momento no permitían el acceso.

Su conocimiento de la montaña se transformó en pasión por la naturaleza y trasladó ese amor a la función pública. Fue Comisario para la defensa de los parques nacionales, realizó investigaciones y escribió ensayos de carácter divulgativo y arqueológico. Entre sus escritos, además de artículos periodísticos, se encuentra una veintena de obras de títulos tan modernos como Política al alcance de todos, El caso de la Fábrica de Mieres, Lo que es un parque nacional, Filosofía al alcance de todos o Parque Nacional de Covadonga, entre otros.

En 1892, contrajo matrimonio con Jacqueline Guilhou y, la entonces regenta María Cristina, como regalo de bodas, le concedió el título de Marqués de Villaviciosa, que es como se le conocería en el futuro: Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós, el Marqués de Villaviciosa de Asturias. A este aristócrata asturiano le debemos, con la aprobación de la primera Ley de Parques Nacionales (1916), además de la conservación de las zonas naturales más especiales del país, que España se convirtiera en uno de los pioneros en Europa en la apuesta por la protección de la naturaleza.

Pidal: «Si un castillo, una torre o un edificio pueden ser declarados Monumentos Nacionales, ¿por qué un monte excepcionalmente hermoso no ha de ser declarado Parque Nacional para poder salvarlo?»

De Los Picos de Europa a Doñana

La primera Ley de Parques Nacionales de España, promulgada y defendida por Pidal, recogía el concepto de lo que es un parque nacional, conceptos bajo los cuáles en 1918 se declararon los dos primeros parques nacionales españoles: el de la Montaña de Covadonga y el de Ordesa. Sin embargo, en 1957, se derogó la ley de 1916 y entró en vigor la Ley de Montes, que aportaría un elemento clave a la anterior: a partir de ese momento, los factores ecológicos comienzan a tener mayor importancia a la hora de declarar nuevos parques, frente a los aspectos históricos y paisajísticos.

Actualmente, según la legislación nacional los Espacios Naturales Protegidos se clasifican en cinco categorías : los parques, las reservas naturales, los monumentos naturales, los paisajes protegidos y las áreas marinas protegidas.

Es difícil describir la belleza y majestuosidad de los enclaves protegidos españoles. A día de hoy, contamos con 16 parques nacionales y más de un centenar de parques autonómicos, cifra que aún continúa creciendo. Estos son los parques nacionales en España:

Pidal consiguió que España fuera uno de los países pioneros en Europa en la apuesta por la protección de la naturaleza

Conocer y difundir la labor de Pedro Pidal

Introducir la figura de Pedro Pidal en las aulas puede ser una buena forma de conectar a los estudiantes con la historia de la conservación ambiental en España y de poner nombre propio al Día Europeo de los Parques. Mediante la narración de su vida y sus logros, el alumnado puede comprender la importancia de la protección de la naturaleza y el papel que cada individuo puede desempeñar en la preservación del medio ambiente. Conocer la prolífica vida de Pidal a través de libros, artículos, actividades de investigación y debates puede ayudar a devolver su figura al imaginario colectivo y a valorar el esfuerzo de promover sus valores.

Un role play puede ser un buen método para acercarse a la especial personalidad de Pidal, y utilizar sus discursos y la descripción de sus participaciones en el Senado, la mejor manera de hacer oratoria. Escribir ensayos, mandar una carta, crear presentaciones multimedia, buscar parques en la geografía española u organizar campañas de concienciación ambiental son algunas de las actividades que se podrían realizar para trasladar al alumnado no solo la importancia de proteger la naturaleza, sino también el poder de luchar con palabras por aquello uno ama.

Texto: Mariela Ruth Gómez Ponce
Ilustración: Nicolás Aznárez