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¿Por qué las energías renovables son tan importantes ahora mismo?

energías renovables

El encarecimiento del gas, la electricidad y el petróleo marcan la agenda e impiden salir de la crisis económica que arrastramos desde la irrupción de la pandemia. En este contexto, vamos a explicar en el aula qué papel juegan las energías renovables y qué soluciones pueden plantear en un futuro no muy lejano.

Cuando parecía que finalmente la pandemia nos daba un respiro y que todo estaba a punto de volver a la esperada normalidad, Rusia invadió a Ucrania. Esto, además de una gran crisis humanitaria, ha disparado el precio del gas, el petróleo y la electricidad a nivel mundial llevándonos a una situación muy delicada. Pero ¿y las energías renovables?

Las renovables son fuentes naturales inagotables, y mucho más respetuosas con el medio ambiente que las energías fósiles ya que no son contaminantes.

Entre la pandemia y el conflicto bélico, parecen haber quedado al margen del debate público, pero no debemos olvidar que no han parado de crecer desde hace décadas, especialmente desde el Acuerdo de París alcanzado en 2015. En 2021, su popularidad rompió de nuevo los récords: según los datos de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), en 2020 crecieron un 50% más que en 2019. Pero la mejor noticia es que para finales de 2026, el 95% del crecimiento en la capacidad mundial de generación de energía estará provista por las energías renovables.

El año pasado, este tipo de energías produjeron más electricidad que la energía nuclear y el gas natural juntos. A continuación, os contamos cuáles son las más populares, las más «baratas» y por qué son tan importantes.

Energía eólica

Se trata de una de las formas de producción de energía más antiguas, si bien hoy se ha convertido curiosamente en una de las principales opciones de energía limpia. La tecnología más utilizada en los parques eólicos españoles para producir energía eléctrica es la del aerogenerador. Su funcionamiento es sencillo: el molino genera electricidad gracias a la acción del viento, la cual, a su vez, hace que las palas del molino de viento giren y muevan unos ejes. Estos, tras pasar a una caja de cambios, aceleran mucho la velocidad, pasando por unos imanes que terminan por producir unos campos magnéticos que transforman esta energía de rotación en energía eléctrica.

Desde 2011, nuestro país presume de ser uno de los más vanguardistas al respecto. Ya entonces, el 16% de nuestra potencia procedía de esta energía renovable: en 2021, con más del 23% del total, fue la primera fuente de generación eléctrica en España, según datos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Lo que es lo mismo: uno de cada cuatro megavatios (MW) proceden del aprovechamiento del viento.

Las energías renovables no han parado de crecer desde hace décadas

Energía oceánica

Esta es otra de las apuestas fuertes de nuestro país respecto a las renovables. De hecho, puede llegar a ser una de las energías más rentables, convirtiéndose en una pieza indispensable para cumplir con los objetivos de la descarbonización global en el año 2050.

Pero ¿en qué consiste la energía oceánica? Básicamente, se trata de la energía extraída gracias a las tecnologías que aprovechan los movimientos naturales en el océano: las olas, las mareas, las corrientes y las diferencias térmicas entre la superficie y los fondos marinos. Su instalación no genera impactos ambientales ni visuales considerables, y una de sus grandes ventajas es que resulta un recurso energético con gran capacidad de predicción. Sin embargo, sí tiene una desventaja: no es sencillo instalar esa tecnología debido a las condiciones hostiles del mar y, por el momento, sus precios no son los más competitivos. Aún así, las grandes inversiones hechas comienzan a rendir frutos en la investigación: se espera que sea una de las mejores opciones dentro de no muchos años.

La biomasa

La biomasa puede ahorrar hasta 3.600 millones de euros a las administraciones, lo que la lleva a posicionarse como la energía renovable más rentable.

Se trata del uso de materia orgánica como fuente energética. La biomasa es la materia orgánica que hay presente en los residuos agrícolas (podas de los cultivos), forestales (limpiezas de montes), agroalimentarios (subproductos y residuos de procesos de la industria alimentaria y ganadera), además de la que se encuentra en la basura que generamos en las ciudades. Es decir: se utilizan los recursos que tenemos a nuestro alcance. Estos materiales se emplean para producir calor o electricidad mediante procesos termoquímicos y biológicos.

Energía solar

Seguro que habéis visto por los tejados esas placas azules y brillantes: son los paneles solares. Existen dos tipos de energía solar: la térmica, que se aprovecha del calor que genera el sol y es utilizada para calentar agua; y la fotovoltaica, que se aprovecha de su luz (la radiación) y produce energía eléctrica. Ambas lo hacen gracias a paneles, aunque son distintos en función de cuál de los dos tipos de energía vaya a producir.

Se trata de una las energías más populares, razón por la cual España llegó a ser el país puntero en este tipo de energía en todo el mundo. Sin embargo, un decreto de 2008 limitó su producción, lo que ralentizó su creciente expansión y popularidad. No obstante, aún hoy contamos con una fuerte potencia energética solar instalada; en concreto, somos el tercer país de Europa.

Según los datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), durante 2021 se instalaron 1203 megavatios de nueva potencia en fuentes de autoconsumo: una cifra que supone un aumento del 101,84% respecto al año anterior.

Extremadura es la comunidad autónoma líder en este tipo de energía renovable, si bien su crecimiento es generalizado en el resto del país. Sin duda alguna, esta también constituye una pieza clave para lograr los ambiciosos objetivos de descarbonización fechados para el año 2050.

El año pasado, este tipo de energías produjeron más electricidad que la energía nuclear y el gas natural juntos

Energía hidráulica

La tecnología hidráulica funciona a través del aprovechamiento del movimiento del agua, gracias al cual genera energía a través de una turbina que recibe esos movimientos. Durante la primera mitad del siglo XX, esta fue la principal fuente de energía a gran escala.

En España, poco más del 18% de la energía eléctrica procede de este tipo de renovable: contamos con un gran número de presas, y a pesar de que sigue siendo una de las energías más importantes junto a la eólica, el auge de nuevas energías renovables ha disminuido un poco su evolución.

Castilla y León, Galicia y Cataluña son las comunidades que cuentan con mayor potencia instalada en el sector hidroeléctrico. Pero el embalse de Cortes-La Muela, ubicado en la comunidad Valenciana, es la central hidroeléctrica con mayor potencia instalada en el país.

Los expertos en cambio climático han probado que el ser humano está provocando un rápido calentamiento global sin precedentes, causado por emisiones debidas principalmente al sistema energético actual, basado en la quema de combustibles fósiles. La única solución real pasa necesariamente por la sustitución completa de estos combustibles fósiles por energías renovables, junto a un uso más eficiente de la energía. Solo así se garantizará un futuro al planeta, y con él a toda la Humanidad.

En la sesión doble de 50′ Entre tinieblas tu alumnado puede profundizar en los impactos ambientales que genera el uso de la energía en nuestra vida cotidiana y qué medidas podemos adoptar para realizar un consumo más consciente y responsable.

Texto: Mauricio Hernández