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¿Cómo imaginas la ciudad ideal?

ciudad ideal

Quizás sea con parques en lugar de carreteras, o con animales que caminan libres junto a los humanos, con playas sin tener que sortear la basuraleza o con ríos en los que poder bañarse. En cualquier caso, visiones ficticias… ¿O no? En este artículo mostramos algunas de las iniciativas urbanas sostenibles más transformadoras y sorprendentes del globo.

En los años 80, Blade Runner imaginaba una ciudad de Los Ángeles en 2019 gris y contaminada, en la que apenas existía vegetación. Y, aunque sabemos que la realidad no ha suscrito la ficción, es cierto que las ciudades se han convertido en importantes polos de contaminación que, en ocasiones, no dejan demasiado espacio para la naturaleza o incluso para la vida en comunidad. Quizás podamos pensar que solo se trata de una historia inventada, pero las ficciones también reflejan la realidad del momento y anticipan futuros de los que huir… o escenarios que perseguir. Por ejemplo, la película Tomorrowland imaginaba una urbe sostenible, luminosa y en la que naturaleza y ciudad se integraban para crear espacios amables para las personas. Una película que se estrenó en los cines en 2015, ni más ni menos que el año que se firmó el Acuerdo de París –en el que la comunidad internacional acordó limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 1,5 ºC–. También fue en ese año cuando se concibieron los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), que buscan hacer frente a problemas como la desigualdad, el hambre o la degradación de los ecosistemas para 2030. Uno de esos objetivos atiende, precisamente, a las «ciudades y comunidades sostenibles», y pretende «lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles».

Hoy en día vivimos un importante avance en la transición ecológica, pero también hay muchas otras realidades que pueden llevarnos a imaginar futuros poco deseables. Y, como el primer paso para crear algo es pensarlo, hoy os animamos a  proponer un ejercicio de imaginación: ¿cómo sería la ciudad ideal para vuestro alumnado? A través de una redacción, de un dibujo o de una maqueta realizada con elementos reciclados como tubos de papel de cocina o ramas y plantas, la intención es estimular su pensamiento creativo. Pero no solo; este ejercicio también invita a la reflexión y permite contar al alumnado cómo algunas ciudades ya se están transformando en urbes futuristas en clave sostenible.

Ciudades del futuro, en el presente

Encontramos, así, propuestas mejoradas que desafían las convenciones sobre cómo deberían ser las ciudades, ideas que inspiran y que buscan paliar la contaminación y mejorar  la calidad del aire a la que están sometidas muchas ciudades.

En Berlín, el río Spree ha sido revitalizado como un espacio recreativo y ecológico donde los residentes pueden nadar, pescar y practicar deportes acuáticos

Una de las ideas más poderosas para transformar las ciudades es la integración de la naturaleza en las calles. En algunas urbes ya se están llevando a cabo fórmulas innovadoras que lo hacen, además, respetando y teniendo en cuenta la vida silvestre en el tejido urbano. En Melbourne (Australia), por ejemplo, se ha creado un corredor verde que conecta parques y reservas naturales y permite que los animales se desplacen libremente por la ciudad. Esta iniciativa no solo preserva la biodiversidad, sino que también mejora la calidad de vida de los seres humanos al ofrecerles conectar con la naturaleza en su propio entorno.

Otra tendencia emergente es la reintroducción de trazados naturales de agua en el corazón de las ciudades. En Berlín (Alemania), el río Spree ha sido revitalizado como un espacio recreativo y ecológico donde los residentes pueden nadar, pescar y practicar deportes acuáticos. Esta transformación ha mejorado la calidad del agua y el hábitat de la vida silvestre y ha creado un punto de encuentro saludable para la comunidad. Ciudades que destacan en esta línea son Copenhague (Dinamarca), ciudad pionera en promover el uso de bicicletas como medio de transporte o Reykjavik (Islandia), que ha establecido el ambicioso objetivo de reducir su dependencia de los combustibles fósiles y convertirse en ciudad neutra en carbono para el año 2040.

En Vancouver (Canadá) se han implementado políticas para promover la densificación urbana, el transporte público eficiente y el uso de energías renovables. Además, han invertido en techos verdes y sistemas de drenaje sostenible que ayudan a reducir la contaminación del aire y del agua. Y en Adelaide (Australia) se han creado sistemas de monitoreo de la calidad del aire en tiempo real y programas de incentivos para promover el uso de vehículos eléctricos y energía solar.

Murcia está implementando sistemas de reforestación con semillas inteligentes usando drones

Pero no hace falta ir tan lejos para vivir la experiencia Smart City. De hecho, es probable que ya vivas en una: municipios como Vitoria-Gasteiz, galardonada como global green city por la Global Forum on Human Settlements, son incluso referentes globales en la materia. Según el informe de la Red Española para el Desarrollo Sostenible de 2020, la capital vasca cuenta con óptimos sistemas de saneamiento, de producción y de consumo responsable, además de una amplia presencia de verde que la hacen más saludable. Pero también otras ciudades cercanas como Sarriguren –la primera ecociudad de España y premio Europeo de Urbanismo–, siguen de cerca ese primer puesto. Además, esta urbe también es referente en la gestión inteligente de los residuos.

En el catálogo de ciudades españolas sostenibles encontramos también A Coruña o Almería, que destacan por sus sistemas de abastecimiento responsable de agua. O Valencia, nombrada capital verde europea, donde gracias al Jardín del Turia (el más largo de Europa), más del 90% de los residentes viven a menos de 300 metros de áreas verdes urbanas. Además, con tecnologías de big data, gestionan el tráfico o la energía de forma eficiente.

Y podríamos sumar muchas otras ciudades, como Murcia, que gracias a su proyecto de Smart City están implementando sistemas de reforestación con semillas inteligentes usando drones, creando la primera red pública de recarga de vehículos eléctricos en España o usando pavimentos especiales para reducir la contaminación del aire.

Para transformar una ciudad es necesario el compromiso y la participación de todos los actores, desde los gobiernos locales hasta la ciudadanía

¿Cómo podemos hacer que nuestra ciudad sea más sostenible?

Estos ejemplos demuestran que la sostenibilidad urbana no es una utopía, sino una realidad tangible que está tomando forma en ciudades de todo el mundo. Para que estas iniciativas sean verdaderamente transformadoras, es necesario el compromiso y la participación de todos los actores, desde los gobiernos locales  hasta la ciudadanía.

El objetivo es no ser solo espectadores de estos cambios, sino también protagonistas. Imaginar y analizar la ciudad ideal no solo permite ejercitar la creatividad del alumnado, sino que también les empodera como agentes de cambio. Para ello, puede ser un buen apoyo recordar algunas fórmulas imprescindibles para hacer de una ciudad un lugar más sostenible, agradable y respetuoso con la naturaleza:

  • Crear más espacios verdes
  • Limitar el uso del suelo edificable y planificar el uso del suelo público
  • Promover el uso del transporte público y la movilidad sostenible
  • Incentivar la eficiencia energética y uso de energías renovables
  • Controlar la gestión de residuos e impulsar la economía circular
  • Preservar y crear nuevas áreas verdes y biodiversidad urbana
  • Generar participación ciudadana real y alentar la gobernanza inclusiva

La combinación de estas medidas puede, poco a poco, guiar casi cualquier ciudad hacia un futuro más sostenible y deseable, donde naturaleza y bienestar humano se den la mano. El camino todavía es largo y queda mucho trabajo por hacer, además, cabe subrayar la importancia de adaptar siempre las medidas propuestas a la situación y características concretas de cada urbe (geografía, clima, cultura…). Sin embargo, y aunque parezca un ejercicio inocente, cuanto más imaginemos las ciudades sostenible del futuro, más reales serán.

Texto: Ruth Gómez Ponce
Ilustración: Nicolás Aznárez