Última hora ambiental

Ola de frío histórica, pero… ¿no se estaba calentando el planeta?

Ola de frío histórica

Los Reyes Magos han dejado tras de sí un manto blanco que cubre todo el centro peninsular. Las temperaturas caen bajo cero y la nieve se convierte en hielo. Pero ¿qué relación tiene este enero gélido con el cambio climático? Mercedes Martín y Fernando Valladares aclaran por qué la borrasca Filomena es una excusa perfecta para hablar en profundidad sobre el calentamiento global, el tiempo y el clima en el aula.

«La interacción del aire polar, responsable de las bajas temperaturas, junto a una masa de aire mucho más cálida y húmeda, impulsada por la borrasca Filomena, ha causado esta gran nevada y Ola de frío histórica». Así resume brevemente Mercedes Martín, meteoróloga y oceanógrafa, la situación tan excepcional que está viviendo la península ibérica esta semana. Tras los días de nieve intensa, nos hemos sumido en una ola de frío que hace que algunos –especialmente los negacionistas del cambio climático– se pregunten cómo pueden congelarse los termómetros si la temperatura planetaria está aumentando. Pero es que las temperaturas extremas –ya sean las caídas de las mínimas o las subidas de las máximas– son una consecuencia directa de la emergencia climática y del calentamiento global. Los expertos coinciden: los picos gélidos que estamos viviendo están relacionados con la pérdida de hielo en el Ártico, intensificada en los últimos años, y la alteración del clima que esta provoca. Pero, como no hay mal que por bien no venga, podemos aprovechar la actualidad en esta gélida vuelta al cole para contar a nuestro alumnado la relación entre el frío y calentamiento global.

Los picos gélidos que estamos viviendo están relacionados con la pérdida de hielo en el Ártico

Clima vs. tiempo atmosférico: dos conceptos clave

Que durante las últimas décadas la temperatura media del planeta ha aumentado es un hecho contrastado. Pero Martín recuerda que el calentamiento global afecta al clima –o conjunto de condiciones atmosféricas del planeta–: «Esto no significa que la temperatura aumente en cualquier lugar del mundo en todo momento», aclara. Y este detalle es esencial para que nuestros alumnos entiendan la relación entre el calentamiento planetario y el frío extremo que se está viviendo estos días. Dos fenómenos que solo se pueden comprender si tenemos clara la diferencia entre clima y tiempo; conceptos muy similares, pero que nunca deberían utilizarse como sinónimos. El primero, explica Fernando Valladares, profesor de investigación del Departamento de Biogeografía y Cambio Global de Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC, son «las condiciones más comunes, más habituales, en un momento y en un lugar concretos». El tiempo atmosférico, en cambio, se trata del «calor, las nubes, el sol o la lluvia que te encuentras en un momento y en un lugar determinados», afirma.

Martín: «El cambio climático radicaliza el tiempo: provoca efectos extremos y poco previsibles como la nevada y el frío histórico de estos días»

Dicho de otro modo, esta Ola de frío histórica  y el clima serían las condiciones que predominan en un lugar, por ejemplo, en el norte de España –clima oceánico–. Sin embargo, el tiempo atmosférico es la realidad diaria, como que un día de invierno se alcancen los 20 grados en la costa asturiana. «El tiempo atmosférico puede coincidir con los valores habituales [el clima] o ser muy raro», explica Valladares. Y en esa rareza es donde se encuentra la confusión que lleva a muchos a no comprender que el aumento de la temperatura media en la Tierra traiga consigo días gélidos como los de este peculiar enero de 2021. Y es que, como afirma Martín, más allá de esa tendencia a asociar el cambio climático con las olas de calor, debemos pensar que este «desajuste en el sistema climático radicaliza el tiempo, es decir, provoca efectos extremos y poco previsibles como la nevada y el frío histórico que estamos registrando estos días».

Todo fenómeno meteorológico tiene una explicación científica

Del año más caluroso al enero más frío

Según el programa europeo de observación terrestre Copernicus, 2020 fue el año más cálido en Europa desde que hay registros, y los últimos seis han sido los más calurosos. Aun así, la borrasca Filomena llegó e hizo caer los termómetros hasta alcanzar los 30 grados bajo cero en algunos puntos peninsulares. Todo ello porque, como asegura Valladares, el clima es muy complejo e incluye zonas muy diferentes entre sí, unas frías y otras cálidas. Pero todo fenómeno tiene una explicación científica que, explicada para los más pequeños, viene a ser esta: «El calor en un sitio afecta al aire de la atmósfera que se mueve rápidamente y empuja el de otras zonas. Entre estos movimientos de aire generados por el calor se cuelan grandes cantidades de aire frío que, de repente, llegan a zonas donde normalmente no hacía tanto frío», apunta el Valladares. Y así se explica la relación directa entre cambio climático y temperaturas extremas –incluyendo las jornadas gélidas como las actuales–: «Cuanto más calor por el calentamiento global, más rápido y más lejos se mueven las masas de aire. Por tanto, más posibilidades de que alguna masa de aire frío se cambie de sitio y llegue a zonas templadas o, incluso, tropicales».

Valladares: «Cuanto más calor por el calentamiento global, más rápido y más lejos se mueven las masas de aire»

Adaptarse a la incertidumbre de un clima cambiante

Precisamente por eso debemos estar preparados para otra Ola de frío histórica. La mayoría de pueblos y ciudades ya cuentan con protocolos de actuación frente esas olas de calor que cada vez son más comunes. Pero, como hemos visto, el cambio climático no solo implica veranos más calurosos. Aunque –por el momento– sean menos frecuentes, las heladas y nevadas forman parte de ese cambio y, por ello, Valladares recuerda que debemos prepararnos. Son decenas los pueblos de Castilla-La Mancha a los que Filomena ha dejado completamente aislados con lo que ello significa: sin luz no hay calefacción, ni agua caliente, ni posibilidad de cargar el móvil para comunicarse con el exterior. En algunos lugares, incluso la telefonía quedó fuera de servicio. Casos similares se han dado en Castilla y León o la provincia de Teruel. Con las carreteras y calles cortadas por la nieve, parece que Filomena ha aislado a una España vaciada invisibilizada por las imágenes de un temporal histórico en Madrid. Esta vez, a pesar de que los meteorólogos habían avisado a finales de diciembre de la ola de frío que se nos venía encima, nos ha pillado desprevenidos. Pero Valladares asegura que habrá una próxima y, entonces, deberíamos estar sobre alerta para que no vuelva a haber municipios incomunicados durante días. Debemos estar preparados, tomar medidas y educar en valores ambientales que ayuden a refrescar nuestro planeta.

 

Texto: Raquel Nogueira

Foto principal: Juanma Jmse

Instagram: @juanma_jmse

Web: https://www.juanmajmse.com/

Foto 1: Maderuelo, Segovia. Autor: Enrique Cuesta Lorenzo

Foto 2: Campo de Criptana, Ciudad Real. Autora: Silvia López Alcañiz

Foto 3: Cuenca. Autora: Rosana Perea

Foto 4: Ávila. Autora: Lucía González

Foto 5: Tembleque, Toledo. Autora: Beatriz de Iscar